domingo, 27 de septiembre de 2009

Es mejor arrepentirse de lo que se ha hecho que de lo que no se ha hecho.


Hay tardes de domingo, como tantas otras, en las que siento que he dejo pasar una oportunidad única de hacer de mi vida, una vida un poco mas emocionante.No le eché el valor suficiente, me venció la timidez, y como único responsable de mis actos, ahora tengo que aceptar haber sido como los demás...alguien quiere ser como los demas?

Muchas personas llegan a una etapa en su vida en la que al cumplir 35, 40 años, quién sabe si pudiera ser antes o después.Lo que importa es el hecho de que se dan cuenta de que se han PERDIDO LA VIDA.
En muchos casos la oportunidad de cambiar eso estuvo delante de sus narices, les arrojaron el guante a sus pies y sin embargo no tuvieron el valor de recogerlo.
Que sucede entonces?
Sucede que nos damos cuenta de que incluso cuando queremos ser tímidos y jugar seguro, deberíamos detenernos un instante a pensar que tal vez nos estuvimos perdiendo algo.
El que no arriesga no gana.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo, siempre hay que hacer, la inacción no agrega nada. A veces cuando uno piensa que no puede, pero a pesar de ello saca fuerzas de algún lado y acciona, por mi experiencia puedo afirmar que siempre encuentra al instante una retribución, una "ayuda" desde algun lado, o como se lo quiera llamar, sabes lo que quiero decir. Esta es mi experiencia, no estoy bajando línea de óído (o leído). Un abrazo, que este bien.

    ResponderEliminar
  2. Que razón, ves pasar las oportunidades y no reaccionas por el miedo al fracaso, no se sí es la crisis de los 30, pero aveces creo que el tren solo pasa una vez, hay que estar preparados para cogerlo, o quizá seamos nosotros ese tren. Buena reflexión

    ResponderEliminar