domingo, 27 de septiembre de 2009

Es mejor arrepentirse de lo que se ha hecho que de lo que no se ha hecho.


Hay tardes de domingo, como tantas otras, en las que siento que he dejo pasar una oportunidad única de hacer de mi vida, una vida un poco mas emocionante.No le eché el valor suficiente, me venció la timidez, y como único responsable de mis actos, ahora tengo que aceptar haber sido como los demás...alguien quiere ser como los demas?

Muchas personas llegan a una etapa en su vida en la que al cumplir 35, 40 años, quién sabe si pudiera ser antes o después.Lo que importa es el hecho de que se dan cuenta de que se han PERDIDO LA VIDA.
En muchos casos la oportunidad de cambiar eso estuvo delante de sus narices, les arrojaron el guante a sus pies y sin embargo no tuvieron el valor de recogerlo.
Que sucede entonces?
Sucede que nos damos cuenta de que incluso cuando queremos ser tímidos y jugar seguro, deberíamos detenernos un instante a pensar que tal vez nos estuvimos perdiendo algo.
El que no arriesga no gana.